El Club Social de La Comunidad de Montes Vecinales en Mano Común de Padornelo, constituida por los vecinos de la localidad, es un espacio comunitario de reunión y un equipamiento al servicio de la comunidad. Consta de un complejo de espacios polivalentes, alojados en edificios tradicionales del casco histórico de la localidad en estado de ruina, cubiertos de hiedra, rehabilitados y adaptados a los nuevos usos.
Los promotores, además de plantear un programa de usos, hacen hincapié en varios aspectos a tener en consideración. Hemos planteado estos requerimientos haciendo referencia al concepto de círculos de sostenibilidad, que se apoya sobre cuatro pilares básicos: la sostenibilidad ambiental, económica, social y cultural.
Sostenibilidad ambiental
La propuesta está adaptada al entorno medioambiental en la elección de las soluciones arquitectónicas, los materiales y las instalaciones.
La solución arquitectónica de aprovechar los edificios existentes en todo lo posible y adaptarlos a las necesidades actuales y futuras, alargando su ciclo de vida, redunda en la reutilización del patrimonio y en el consecuente ahorro de recursos en una nueva construcción, así como evitar la producción de un gran volumen de residuos. Aprovecha además los aspectos positivos de la arquitectura tradicional adaptada al clima local: la exposición óptima, los materiales con gran inercia térmica, los colores oscuros para la ganancia solar.
Por los mismos motivos se han preferido materiales tradicionales, recuperados y procedentes del territorio, pero adaptados a los nuevos requerimientos normativos sobre habitabilidad y durabilidad de la edificación.
La ampliación del ciclo de vida se ha puesto en práctica también con los materiales, por lo que se han reutilizado los elementos constructivos de madera y piedra aprovechables para los nuevos edificios.
La creación de espacios multiuso permite adaptarse en cada momento a las necesidades de uso real, por lo que se optimizan recursos energéticos e instalaciones.
Por ello, el acondicionamiento térmico del complejo se ha resuelto por sectores. La zona de administración y las salas polivalentes de la calle Abajo tienen aislamiento térmico en toda su envolvente, para reducir la demanda energética, y acondicionamiento térmico sectorizado según la frecuencia de uso. La zona del salón de actos y la zona de servicio asomada al patio este no tienen dicho acondicionamiento, donde no se han utilizado elementos constructivos nuevos, quedando su uso reducido en las épocas más frías del año. No obstante, el salón de actos presenta huecos de iluminación en el techo hacia el sur, que permiten la ganancia solar y amplían la franja temporal de uso.
El tratamiento del entorno, la urbanización, la vegetación y la creación del estanque-piscina, responde también a requerimientos medioambientales:
- Los espacios exteriores están tratados y orientados para alojar actividades comunitarias y de esparcimiento, aprovechando lo máximo posible el soleamiento.
- Las especies vegetales que se han elegido son autóctonas y adaptadas a la climatología, para que no necesiten mantenimiento en su desarrollo. Contribuyen a visibilizar el paso del tiempo con sugestivos y coloridos ciclos de floración y fructificación, y están situadas de forma que se pueda aprovechar las ganancias solares y sombra según se necesite.
- Se opta por una piscina natural de fitodepuración, una lámina de agua atractiva durante todas las estaciones, en la cual nos podemos bañar cuando la climatología lo permita, en un agua libre de químicos. Las plantas de ambiente palustre que se han elegido reproducen un ecosistema análogo al cercano lago de Sanabria, con endemismos únicos, aportando un plus ecológico y didáctico a esta zona de esparcimiento. La piscina natural no necesita ningún aporte de energía externa para funcionar y precisa de un mantenimiento mínimo.
Sostenibilidad económica
Se busca en cada momento la rentabilidad económica de la intervención, sin menoscabo de la calidad y el respeto del entorno.
La opción de realizar una rehabilitación integral, manteniendo lo más posible de los elementos constructivos originales y reciclando otros, abarata notablemente la edificación respecto a un edificio de nueva planta.
En los componentes nuevos se han utilizado elementos constructivos prefabricados para reducir costes y tiempos de ejecución, como en la estructura de madera, los acabados y en la cubierta del salón de actos.
El uso racional de los recursos redunda en la elección de materiales y procedimientos por su reducción de externalidades (transporte, contaminación…) y huellas (de carbón, agua…).
La versatilidad de los espacios permite que se puedan dar en concesión para actividades lucrativas, como cursos y talleres de fin de semana, la explotación lucrativa de la piscina y la zona del patio este para hostelería, o incluso un albergue de peregrinos.
Sostenibilidad social
Respondiendo a la demanda de adaptación a la diversidad funcional, los recorridos accesibles son prioritarios, a través de rampas y ascensores, asegurando la facilidad y seguridad de utilización en cada momento.
Los espacios están pensados para ser inclusivos, amigables y seguros respecto a edad y género, flexible en su uso y abiertos en su configuración para albergar todas aquellas actividades que la comunidad considere. Por ello, se ha puesto particular atención en la facilidad de adaptación del equipamiento a futuros cambios en los requerimientos funcionales.
Nuestra metodología de trabajo supone la participación activa de la comunidad a la que está dirigida la intervención, así que cuidamos el proceso y a las herramientas del diseño participativo, compatiblemente con los tiempos ajustados de la intervención.
Sostenibilidad cultural
Otra razón de peso para conservar las edificaciones existentes y el paisaje urbano y natural, es la defensa de la identidad cultural de la comunidad de Padornelo. La trama urbana, bien conservada, se caracteriza por una topografía accidentada, que permite una riqueza espacial notable. Los edificios son casas sanabresas tradicionales típicas de toda la comarca.
La imagen del edificio dentro de la trama urbana y del paisaje será discreta, revelando la contemporaneidad en el uso de los materiales tradicionales en clave actual, en los detalles y, sobre todo, en los interiores, completamente renovados para responder a las exigencias de habitabilidad de la actualidad. Destaca, por su singularidad, la cubierta del salón de actos, resuelta con un volumen que parece suspendido en el aire.
Gran relevancia tienen los estilos de vida, las formas de convivencia, el conocimiento local, las tradiciones, que van a encontrar en el equipamiento que proponemos su lugar para la celebración, el recuerdo y la renovación, dirigidos a los propios vecinos y a los visitantes.
De particular interés en este sentido nos parece la forma de tenencia de tierras, la Comunidad de Montes Vecinales en Mano Común, que revela un modo de vida en rápida desaparición, basado en la gestión comunitaria de los recursos del territorio, particularmente sugerente a la hora de su difusión y musealización.
Otro aspecto sugerente de la localidad es que siempre ha sido territorio de paso y de frontera, cruce de caminos por la cercanía del puerto de montaña con el mismo nombre. Prueba de ello es el paso del Camino Sanabrés de la Vía de la Plata, o Camino Mozárabe de Santiago; el paso del Cordel Sanabrés de la extensa red de vías pecuarias españolas; y el hecho de que la localidad es de las pocas bilingüe española-galega de la provincia de Zamora.